miércoles, 6 de mayo de 2020

Papel Sanitario


Alguna vez escribí en este "Mirador" sobre la ingratitud de las personas, la falta de respeto y la rapidéz del olvido de la memoria de los seres humanos. Es algo innato a nuestra raza y será algo que no sabremos corregir nunca, por los siglos de los siglos.

Viene esto a colación por cuestiones ordinarias, en muchos casos sin trascendencia, pero que dicen mucho del que dá y del que recibe afectos en esta tierra firme sobre la que vivimos.

Mi buen amigo Paco, que tiene ojo de buen cubero y que se acuerda mucho más de los detalles que yo, me lo refiere de vez en cuando. Porque ya no se acuerda el militar que vino arrastrado por los escalones de la historia para pedir para él y su mujer cuando se encontraba en el pozo mas profundo de la vida. Aquella situación le mejoró de por vida y hoy ni te mira a la cara y además escribe textos en el aire para hacerte daño.

Ya no se acuerda el principiante de la jardinería al que no le gustaba su trabajo, ni tan siquiera trabajar, pero al que se ayudó por piedad a pertenecer a una clase baja y no descarrilarse. Hoy, con amplias aspiraciones de ser el "masca" sigue pisoteando a todos los que se encuentra a su lado, entre otras cosas porque la dama de la oscuridad siempre le da luz.

Ya no se acuerda el huerfanito que no tenia papeles ni sitio donde dormir. Se le solidarizó su vida, se le identificó hasta con un número que no tenía, se entusiasmó y apoyó hasta el infinito y hoy te niega un número de teléfono porque los celos, la envidia y posiblemente el odio le pueden mas que todas las inversiones que en el se gastaron. Tristemente hoy es un caso perdido.

Me sigue recordando mi amigo Paco de aquel pintor de lineas que se creyó Miguel Angel pintando la Capilla Sixtina. Además, mas tarde, de mostró firmemente que era mala persona y perseguía a los obreros de su misma estirpe. Hoy sigue persiguiendo y maltratando -pese a decirse de izquierdas- a gente que solo quiere un trabajo y vivir en paz.

Y así, caso a caso personaje a personaje, me recuerda mi amigo Paco la larga lista que se podría hacer con casos concretos, nombres y apellidos y miles de cosas mas. Pero no, esto no merece la pena. Vivo mucho mejor desde que me he ido desprendiendo de la toxicidad de estas personas que, además de ingratas y caraduras, se les conoce sin mas desde un kilometro de distancia.

Y fue el mismo amigo Paco quién me dijo un día que debía hacer con estos nombres y apellidos; "cómprate un rollo de papel sanitario de los buenos, de los que sirven para escribir. Escribe en sus hojas los nombres y apellidos de estos ingratos y malapersonas que te encuentres. Y no los borres, nunca los borres. Coge el rollo y ponlo en tu cuarto de baño. No veas lo satisfecho que te quedas cada vez que usas un trozo de papel en tus idas y venidas al baño".

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