miércoles, 20 de enero de 2021

Hasta luego, Mercedes


 Mi querida amiga,

   En este drama global que estamos soportando los seres humanos por estos malos tiempos y como un jarro de agua fría nos llega en estos días la tristísima noticia de que tu vida se ha apagado aunque ya sabíamos que estabas enferma desde hace meses y que luchabas una batalla ajena a esto del virus para que pudieras seguir cantando en los coros de gloria de la tierra mundial.

   Cada uno pusimos nuestro granito de arena cuando se nos pedía solidaridad hace unos meses hacia ti y te escribo estas palabras hoy cuando aún no me he logrado recuperar del drama que supone perderte en esta leve tierra cuando eres tan joven (un año mas que yo) y tenías tantos proyectos aún...

   Y se me viene a la memoria infinidad de recuerdos y momentos emocionantes a tu lado. Desde aquel coro del grupo scout de San Roque y su coro en los cantes de la Capilla de la Visitación o en la misma Parroquia, en tus coros rocieros por nuestra comarca o en el taller de coro infantil que supimos poner en marcha en aquella divertida reunión en mi despacho junto a Juan Carlos Galindo...

   Luego tu marcha a Ecuador buscando las pasiones de tu vida y esa lagrimilla de sanroqueña que se te escapó en esa despedida "...espero que no sea para siempre", me dijiste. Pues si.

   Llegaron esos "Españoles por el mundo" y "Andaluces por el mundo" y aquella conversación para que te vinieras a tu pueblo por unos días para dar el pregón del Rocío sanroqueño y... uffff. Y yo que pensaba darte una sorpresa en uno de mis viajes latinos en Ecuador, allá por Playas...

   Mercedita, que sigues viva en el corazón de miles de sanroqueños a los que hiciste vivir y sentirse vivos. Que en este mar de tristeza que ahora soportamos, en este constante obituario en el que se han convertido las redes sociales por estos malos tiempos, que este sublime duelo que soportamos los que te apreciamos y te queremos nos deje mantener la memoria de una sanroqueña muy especial que supo querer y ser querida.

   Querida, hasta luego.


No hay comentarios: