Si no existiera no se perdería nada. Eso es lo que se está demostrando con el organismo provincial de todos los gaditanos. Bueno, de unos pocos, no de todos.
Dicen que uno de los pilares de la existencia de las diputaciones en España es asistir en todo lo posible a los municipios de menos de 20.000 habitantes. Colaborar y apostar por ellos en asesoramiento técnico, profesional, de apoyo, de colaboración para las entidades locales que tienen menos número de habitantes y por consecuencia menos posibilidades, menos recursos, menos economía. La cosa está clara. Así lo aprendimos desde que arrancó la democracia y así lo hemos sentido siempre.
En los últimos años se ha colaborado con bastante equidad a los municipios de la provincia de Cádiz. Lo mismo se ha colaborado con Ayuntamientos grandes, medianos y pequeños como el caso de Benaocáz, San Martín de Tesorillo o Ubrique. A todos se les ha aportado, dependiendo de cada año, recursos para poner en marcha planes de empleo, activar programas concretos y contribuir a las economías de cada pueblo en mayor o menor medida. Nadie protestó nunca porque no se les aportara, nadie protestó porque no se les ayudara.
Con la llegada nuevamente de los populares a la Diputación de Cádiz se ha llegado, poco menos, que al escándalo y no se si -juristas tengan otros- a la prevaricación. No conozco los estatutos ni las normas de funcionamiento de una Diputación como la Diputación de Cádiz. Pero si en su espíritu deben apostar por los municipios menores y a estos son a los que menos se les da en favor de otros con mas posibilidades y mas de 100.000 habitantes, creo que alguien no lo esta haciendo bien.
Que se contribuya con 7 millones de euros para construir un campo de rugby en El Puerto de Santa María (que supongo que será muy importante para esta ciuidad) o se de otra pila de millones para Algeciras -ciudad con tanto potencial por tantas cosas y tantos recursos económicos- se puede entender si luego a "los mas pequeños" se les da algo, se aporta un poco. Pero si no se les da nada de nada, malo. Nada de nada, algo gordo falla. Además de la mala leche, el revanchismo o el sectarismo político, otras cosas deben prevalecer en un reparto de remanente de dinero público que al fin y al cabo es de todos los ciudadanos de la provincia por igual.
Si no vale lo mismo la persona en un municipio pequeño que de un municipio grande, se equivocan los dictatorcillos de tres al cuarto que tienen la responsabilidad de llevar el timón del barco provincial..
Entiendo que la Línea, mi querida Línea, reciba una gran aportación. Primero, porque es una ciudad que necesita de todos y ahí mi solidaridad. Segundo porque había compromisos de hace tiempo que se deben concluir y tercero porque con sus votos ha puesto Presidente, en este caso presidenta. Pero sinceramente nadie entiende este reparto de la tarta entre cuatro en un despacho de la capital donde "el chaquetilla" ha quitado y ha puesto a su entender y antojo de niñato de la edad media a quienes le ha dado la real gana. Sin mas.
Así no se juega. Cabe, entre otras cuestiones, el riesgo de que cuando gobierne otro partido y tomando como ejemplo lo de este año en Diputación, actúen de la misma manera. Y eso tampoco es. Creo que no será.
Mal andamos, presidenta nueva de la Diputación a quien no conocen en, prácticamente, toda la provincia. No la ha visitado aún. Y ya lleva casi tres meses en el cargo. Por cierto cargo por el que cobra un buen dinero como para que gastara un poco de suela de sus hermosos tacones.
Así, mejor no existiera la Diputación de Cádiz. Y que ese dinero que se reparten entre cuatro pueblos y ciudades en base a no se sabe qué criterios, se distribuya de modo equitativo entre los habitantes de esta noble provincia gaditana. Por mera justicia y honestidad, oiga.
(Fotografía de la pagina web de Diputación)
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