Creada allá por los primeros años de los 90, ya supera los 30 años de vida, si la hubieran mantenido, si la hubieran tenido hasta nuestros días. Pero no, no ha sido así.
Hace unas semanas, para rasgarme un poco el corazón, alguien me dijo que hace como unos dos o tres años, debajo de las escaleras del Teatro "Juan Luís Galiardo", aparecieron unas cajas y cuadros de las fotos y libros que habíamos dejado en la peña de nuestros amores aquellos lateros del 89 que salíamos a la calle con un montón de coplas y muchas ganas de diversión.
El material que había aparecido parece que alguien lo había despreciado y colocado en los bajos de unas escaleras que suele ser donde se colocan las cosas poco antes de que se humedezcan y se tiren a la mismísima basura. Entre fotos de agrupaciones sanroqueñas, damas y reinas de nuestra feria que representaron a la Peña Los Lateros, estaban los libros de actas, el libro de oro de la entidad, el libro de cuentas... un desacierto, cuanto menos.
Y sin pensar que por esta Peña de nuestros amores han pasado las mejores voces y nombres de agrupaciones vinculadas al Carnaval; Antonio Martín, Luís Ripoll, Paco Rosado, Antonio Martínez Ares, Manolito Santander y tantos personajes autores de nuestras coplas. Pasaron periodistas como Casal, Manzorro, Patiño, García y tantos otros de todos los medios de comunicación de la zona. Agrupaciones como las del Sherif, Martín y todas la de nuestra comarca del Campo de Gibraltar en sus mas de 20 años de Noches Carnavalescas que eran el preámbulo para la Mejillonada Popular de las que también se celebraron otras tantas.
Los buenos mejillones que, en un buen acto de convivencia limpiábamos en la Fuente sanroqueña de Maria España en una gesta de toda la familia latera, esas interminables noches carnavalescas hasta el amanecer donde pasaba todo el Campo de Gibraltar a golpe de coplas, botellas de vino y placas. Esa entrega de los leones del Carnaval y los "Mejillones de Oro" que se llevaron tantos buenos carnavaleros sanroqueños de los de antes y de los de ahora, esas semanas culturales con llenos hasta las trancas donde se degustaban coplas otra vez y reflexiones sobre el mundo de la fiesta... cuantas noches, cuantas horas, cuantos besos al aire...
Pero hubo gente a la que esto no le importó. Gente que puedan saber de coplas pero no de sentimientos por un proyecto, una idea, una afición que va mas allá de una noche de ron-colas y pelotazos y que si interesa a cientos de personas aficionadas sanroqueñas a las que un día se le cerró las puertas. A lo peor porque nunca tuvieron el sentimiento de "latero" que no es otro que el de ser buen aficionado al Carnaval. Para eso, hubiera bastado con cambiarle el nombre a la Peña, ponerle "sanroqueña" y ahí hubieran cabido todos, si ese era el motivo.
Lastima de mi peña. He visto como otras entidades de mi pueblo se fueron con los años y otras están a punto de desaparecer. Pues que pena que las cosas sean así, que pena que no se sea responsable con lo que uno asume y que pena que no se mantengan tradiciones de años que contó con el esfuerzo de mucha gente como Ignacio, Juan, Pepe, José Mari, Pepe, Bernardo, Jesús, el otro Pepe, José Antonio, Paco, Gonzalo, Cristobal y tantos que hicieron un gran esfuerzo para mantener una afición que hoy no tiene cuatro paredes para reunirse, después del trabajo que costó lograr aquel hito.
Ellos lo llevan en su conciencia. No busco nombres ni responsables, allá cada uno con lo que ha hecho en su vida y con lo que le toque sortear en el camino que tomaron. Una pena.
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