lunes, 24 de agosto de 2009

Cosas del Verano

Este año parece que está haciendo demasiado calor. La verdad es que cada año, en el meridiano de julio-agosto, siempre nos combate con un golpe de “Lorenzo” que nos deja a todos distintos al resto del año.

Aún así, este verano del 2009 me está trayendo cosas hermosas; un veraneo en mi casa familiar, sin casi playa, un ir y venir a las fiestas de mi ciudad y de la comarca, la visita de la familia nuestra de cada día, el verso perdido de algún poeta, los paseos a la orilla del mar de siempre, la copa penúltima de la noche de un sábado cualquiera, la mirada cómplice y las caracolas siempre perdidas.

Muchos trabajamos en verano, casi sin coger un día de vacaciones. Otros disfrutan de las temperaturas de estos días preparando el otoño que siempre se presenta duro, pero que luego no nos trae nada.

El verano cada año mas largo y la sonrisa siempre en los labios, por aquello de que hagamos lo que hagamos, esta es nuestra vida.

2 comentarios:

Poseidón dijo...

Me alegra enormente que este verano, el cual todavía no ha terminado, le traiga cosas hermosas, Sr. Ledesma.
Calor, si bastante, incluso las aguas marítimas, en aires de levante, se han contagiado de las altas temperaturas.
Pero tengo, sin más remedio, que discrepar con usted, y mira que procuro no hacerlo. Sr. Ledesma : Nunca jamás de los jamases, se me ocurriría decir, en este caso escribir, "el verso perdido de un poeta"; los versos no se pierden y, por consiguiente, es obvio decir que son de un poeta.
Igualmente Sr. Ledesma, ni las caracolas, que se mueven poco, andan perdidas, ni las miradas se pierden cuando se habla de complicidad, ahí todas van a dar en el iris receptor, ninguna cae en saco roto.
El Otoño, Sr. Ledesma trae la caida de la hoja, el aire renovador, el sueño de un poeta, porque para este, su principal arma es el desidarátum; es el final del estio y el principio del recogimiento. Jamás el otoño es duro, es lo antagónico de la Primavera, con lo que siempre es sensual y juguetón con el viento ya que no tiene flores que ofrecer.
Trabajar en verano cuando el fruto a recoger, para el que lo hace, merece la pena, no es duro Sr. Ledesma. El trabajador de sueldo y jornal no distingue en que otros gozan de temperaturas cálidas o frias, solo la que a lomo descubierto se hace notar en él. No hace falta nada más.
Para terminar me alegra profundamente que no pierda la sonrisa, Sr. Ledesma, eso le hace más cercano, porque los que le concemos o le hemos conocido, aunque sin trato profundo, podemos intuir que es sincera, al menos eso pienso.
Que disfrute lo que queda de verano, que aún es mucho, con la misma ilusión que yo le deseo que siempre le vaya............

Anónimo dijo...

Qué cursilada José Antonio, pisha