Desde que me recuerdo escribiendo garabatos, letras y frases en un papel le he dedicado cosas a mi tierra, a este pequeño país que llamamos Andalucía y que está por encima de todo y todos.
Estamos a las puertas de la celebración de un nuevo día de nuestra tierra en una festividad que, dicho sea de paso, en los últimos años se ha venido manifestando mas como un día de campo y de bicicleta que un día de conmemoración.
Reclamo para mi tierra la fiesta de la libertad que le robaron hace muchos años. Reclamo para Andalucía ni un recorte mas en sanidad, la terminación de mi hospital, la inclusión de todos los docentes que dejaron fuera de las aulas, las subvenciones que quitaron a las ONG´s, las Casas de Oficios y Escuelas Taller que quitaron a la educación y trabajo de nuestros jóvenes.
Reclamo que Andalucía deje ya las feas listas del paro de tenernos a la cabeza en todas las estadísticas del desespero del sin trabajo y que nos golpea cada trimestre con esos porcentajes terroríficos.
Exijo que se siga manteniendo el papel de la mujer y su protagonismo a la misma altura que el del hombre, que no haya mas discriminación por cuestiones de sexo, cultura, ni color. Que pillen de una vez por todas a los sinvergüenzas que nos robaron tantas cosas pero que no pudieron quitarnos el alma. Sigo pidiendo que se acaben las guerras mediáticas de los políticos baratos para que haya de verdad un compromiso real por Andalucía como Blas Infante pidió para esta hermosa tierra del sur peninsular.
Quiero a mi gente con la educación que hemos mamado y que forma parte de nuestro patrimonio inmaterial y con la cultura, la historia y la verdad que nos queda por delante como enseña de un pasado que nos forjaron otras generaciones.
Esta es mi Andalucía y así la quiero, siempre fiel, siempre hermosa, siempre suya y siempre mía.
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