lunes, 11 de mayo de 2015

El Abuelo de Ernesto

Tuvo que ser allá por los años finales de 1800. Posiblemente antes de la gran Guerra y de que la Isla Bella dejara de ser española. El abuelo de Ernesto se fue a Santiago de Cuba buscando un futuro, una vida, un destino…

     Y allá creció junto a su familia, dejando atrás su tierra, su Villa de Teror, en Gran Canaria, donde jamás volvería. Se fue de esta vida sin regresar a su tierra, a su gente, a su paisaje natal.

     Hasta que mas de 100 años después, Ernesto, su nieto volvió. Gracias a la Ley de Retorno del Inmigrante que en su día fuera aprobada, Ernesto se hizo español. Español de pleno derecho como su mamá, su tío y su hermano. Todos tienen pasaporte español de pleno derecho y desde entonces varias veces ha vuelto ya a su país, a su tierra. A la España de su abuelo.

     Hace poco se reencontró con la tierra de su abuelo. Allí estuvo emocionado y hasta nervioso. Recorriendo las calles de este bello rincón de nuestras Islas donde se respira tanto de allá. Fue un encuentro emocionado y discreto. Pero intenso. De esos que no se olvidan ni para Ernesto ni para quienes fuimos testigos de ese momento con el ayer de sus antepasados y el hoy de la nueva era.

     Ernesto ya es casi feliz. Le hubiera encantado que su mamá lo hubiera conocido también, pero ella se marchó hace poco mas de un año. El ha cogido el testigo de mucho. Del ayer y del presente.

     Hay, sencillamente, emociones que no tienen precio. Y la historia de Ernesto y su abuelo perfectamente podría ser el guión de una película de cine. Su propia vida.

No hay comentarios: