lunes, 11 de mayo de 2015

La Llamadita

     Era poco antes de las 10 de la mañama. Mi compañera de departamento me dijo que atediera el teléfono conjunto que utilizamos en mesas unidas del trabajo. ¿Diga, diga...? . Una voz masculina y relativamente jóven me llamó por mi nombre y me dijo "...ah, un momento... bueno luego te llamo, luego te llamo...?. Le pregunté y me colgó.

     Una extraña llamada sin mas. Sin mas ni menos. Pocos días después me he encontrado con un amigo de los de siempre y me dijo que alguien estaba intentando averigüar si de verdad estaba en mi puesto de trabajo, si de veras estaba en mi lugar, si me había incorporado a mis resposanbilidades profesionales. Y me dijo de donde había salido la iniciativa y el motivo.

     Absurdo. Que alguien a estas alturas aún, con lo sufrido y padecido en  muchos años, siga pensando fantasias, sueños de colores y maldades estrepitosas me parece sencillamente estúpido.

     Una llamada que no tenía mas sentido que las maldades de algunos y las bajezas de otros. Que estoy en mis ocupaciones profesionales desde hace mas de un año es tan facil como comprobar que me sigo levantando a las seis y media de la mañana para estar a la hora en mi responsabilidad y que concluyo cuando todos nos vamos hasta el nuevo día.

     Cuanta gente sin merecer un sueldo hay en tantos sitios, cuanta gente. Él sabrá.

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