sábado, 20 de diciembre de 2008

Provocación

Llevas tiempo detrás de mi y no me puedes. Me sigues a todas partes y te veo en la oscuridad, siguiendo mis pasos, buscando no se qué, caminando lento detrás mia. Me persigues, me provocas, me pretendes alterar y subir en el escalón de la euforia, pero no entro en tu juego ni de noche ni de día. Me secuestras, me cortas, me eliminas, me haces desaparecer y ni me inmuto, ni me muevo, porque no llenes mi ausencia.
Estás siguiendome desde tu primer día, me pones zancadillas, me enalteces y me crucificas, me giñas y me quieres seducir, pero no me dejo. No puede ser. Me animan a que te persiga, a que te ataque, a que te responda. Y ni te miro a la cara, no surten efecto tus artimañas en mi sangre, ni tus movimientos desvergonzados.

Ya me hicieron lo mismo que tu me haces, pero en otros escenarios. Y se fueron como vinieron. De 8, el tercero y casi el 20% de apoyos sirvieron para que nadie ni nada me aburrieran en una batalla que sé difícil pero que no dudará 100 años, porque no hay mal que 100 años dure. Y tu, erre que erre, sigues provocando, aunque sea desde un territorio en el que ahora no me mueva. Me buscas y no me encuentras.

Yo no me moví de la foto, pero tampoco salí. Y te prometo, sinceramente, que para nada me importa. Tu sigue con ese intento de provocar donde no hallarás.

A toda provocación te digo que “...nada me turbe...”, como dijo Santa Teresa. Tu sigue, que no somos del mismo tipo y que yo a mi amor le elejí hace mucho, mucho tiempo.
Besitos por Pascuas.

No hay comentarios: