sábado, 14 de julio de 2012

Sobre las Olas del Mar

Amanecía mas temprano que ningún día, después de una noche casi sin dormir. Las campanas sonaban muy temprano y el aroma del mar entraba en las casas por las puertas entreabiertas. Al final todo se mezclaba con el olor a tejeringos de Antonio "El Churrero" y los gritos de cuatro hombres del mar que ese día no sacaban el copo por respeto a Ella.
Luego venían los nervios de la procesión, los miles de pétalos de flores, la banda de música el año que la teníamos y el rosario de seguidores de una fe popular que, sin mas, es cosa del pueblo. Como todo lo sabio.
Y ahora, con los vuelcos de la vida llega un nuevo 16 de Julio que está a punto de entrar con decenas de sentimientos y cosas que forman parte de mi vida.
Porque Carmen es el nombre compuesto de mi hija pequeña y el de la madre de mis dos hijas, tesoros que la vida me ha querido regalar en la tierra. Este día fue el que nació mi madre, que se me fue hace 7 años y que nunca supe porqué no le pusieron este nombre...
Me viene a la memoria aquellos gritos de mi abuela para que tuviera siempre cuidado con el agua de la playa y no me fuera muy lejos a nadar... de cuando se nos fue un año -siendo chiquillo- la luz en todo el pueblo a la vuelta de la Señora del Mar y no regresó hasta el día siguiente. Mi abuela nos alumbró con unas cuentas velas en la casa, donde cenamos esos platos de patatas y huevos enormes que nadie ha sabido hacer como ella...
Recuerdo los cubos llenos de pétalos que los hermanos cortábamos de cualquier planta para arrojar desde el balcón de la casa familiar y donde pedíamos un año y otro mas que Ella nos protegiera y nos iluminara por la senda de la vida, hasta el año que viene...
Recuerdo la fecha clave para la unidad de la familia, de llenar la casa de gente, de estar todos alrededor de los padres y de desearnos la mejor de las felicidades....
Recuerdo cuando ningún representante público acudía a esta salida procesional y a mi, sin pensarlo dos veces, se me ocurrió plantarme -medalla de mi pueblo al cuello- y obligar a todos a estar cerca de los sentimientos del pueblo...
Y luego recuerdo cuando la mecían, suavemente, hasta llevarla a una gran barcaza donde se paseaba por las aguas de la bahía, incluida La Colonia ya desaparecida...
Y así, desde chiquillo. Y este lunes, otra vez mas. Ahí estaremos para ver mecer sobre las olas a la imagen mas querida y venerada de los hombres del mar. Porque ellos si que entienden de vida y de sueños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso texto... no me esperaba menos de una persona como tu,por aquella pequeña casita en puente mayorga que su azotea rebozaba de alegría..
Tequiero papá.Un beso enorme,Alma.