miércoles, 3 de diciembre de 2014

La Nueva Provincia

     Desde sus primeras reivindicaciones y movimientos, siempre apoyé la idea de que la Comarca del Campo de Gibraltar se convirtiera en la novena provincia de Andalucía. Y no era, desde luego, por ninguna discusión con el resto de las provincias hermanas andaluzas, especialmente de Cádiz, con las que tengo un arraigo especial. Sin duda alguna, mi principio de esta propuesta siempre ha sido mas por la identidad y por el olvido.

     Lamento mucho no haber podido estar, por compromisos que tenía con anterioridad, este martes en Algeciras en la presentación del nuevo libro de mi amigo Patricio González "La Novena Provincia". Y no solo por el apoyo mío personal que Patri tiene siempre en este tipo de iniciativas; mas bien por apostar mi granito de arena a una iniciativa que algún día estoy seguro que será realidad.

     Porque el Campo de Gibraltar tiene identidad propia y eso no lo discute absolutamente nadie. No se parece mucho -que digamos- a eso de la Serranía gaditana, la bahía e incluso ni a la capital. Aunque nos sigue apasionando hasta la saciedad los Carnavales o las plazas y calles grandiosas de la Tacita de Plata. El Campo de Gibraltar tiene tela para ser la identidad de un nuevo territorio que se agrupe al resto de las andaluzas, sin estridencias, peleas ni separatismos.

     Y por el olvido, eso también es verdad. Porque se han olvidado desde hace siglos de este territorio. Todos se han olvidado. Los unos y los otros, los de un color y los de mas acá. Los liberales y los conservadores, los que han gobernado y los que han estado en la oposición. Siempre todos descuidaron a una gente que sufrió desde epidemias medievales hasta un tren que nunca llega, por mucho que los socialistas ahora hagan una batalla absurda que antes no supieron defender cuando gobernaron.

     Se olvidaron de esta tierra a la que nunca trajeron la autopista y donde las autovías nos llegaron las últimas del país. Se olvidaron de nuestros pescadores a los que abandonaron en multitud de ocasiones con acuerdos incumplidos, plazos agotados y reinos olvidados. Se olvidaron de esta comarca en inversiones, en creación de puestos de trabajo, en continuar las obras de nuestros hospitales y no recortar camas y especialidades médicas. Se olvidaron de nosotros para acercar la Universidad a nuestros hijos y traernos, aunque fuera por Navidad como el turrón, proyectos ilusionantes.

   La nueva provincia tendría sentido sin odios, sin separatismos absurdos, integrados en una comunidad andaluza y en un país al que la mayoría queremos. La nueva provincia que Patri defiende desde hace tantos años tendría sentido con unas poblaciones unidas y con el afán de encontrarnos con un futuro prometedor. Y ello tendría sentido con el compromiso de sus gobernantes, de su región y de su territorio nacional. Con la aportación de todos y sin olvidar nunca Gibraltar y su futuro.

  La Novena Provincia podría ser una realidad algún día, aunque nosotros no la veamos. Quienes nos sucedan no nos perdonarán haberlo hecho antes. Pero estoy seguro que llegará.

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