sábado, 20 de diciembre de 2014

Mandato Conflictivo



Quedan pocos meses para terminar este mandato convulsivo por tantas cosas en mi pueblo. Y yo dejaré de representar a mis vecinos en la Corporación, con la serenidad que la responsabilidad otorga y hasta una nueva oportunidad.

Pero poco a poco habrá que ir haciendo balance de cosas. Especialmente en este tiempo de desastre político que hemos tenido; manteniéndose como Regidor al Alcalde menos votado de la historia de la democracia en mi ciudad. El de ahora ha sido, además, el alcalde socialista menos votado y menos querido de cuantos han ocupado el sillón municipal desde que Eduardo López tomara el bastón de mando local.

Un mandato que se ha caracterizado por un pacto de gobierno que nadie ha entendido nunca. Un concejal del grupo socialista que tuvo que pagar una multa, impuesta por la propia Policía Local por orinar en plena calle a pocos metros de la autoridad. Otro concejal socialista que tuvo que dimitir en el primer año de mandato al ser pillado por la autoridad conduciendo con el nivel etílico algo elevado. Esto solo a unos meses de la promesa como ediles.

Otro escándalo, por intereses extraños, al eliminar a un doctor en arquitectura -tristemente ya fallecido- que tenía el Plan Urbanístico terminado y al que el propio alcalde le tenía un odio visceral. Todo para empezar de nuevo después de casi 15 años un PGOU contratado, precisamente, por un equipo de gobierno socialista. Otro escándalo mas al votar en contra de mociones de la oposición que pedían que se bajara los impuestos municipales a vecinos y pequeños empresarios que el mismo candidato socialista había prometido mil veces en la campaña electoral como una de sus prioridades.

Y luego mas escándalo con un gobierno a cargo de dos tránsfugas que han convertido de facto al propio Regidor en tránsfuga. Una que pedía a gritos irse del partido por el que se presentó a las elecciones de 2011 y el otro por no acatar las decisiones del comité nacional de su propio partido que lo expulsó por negligente, un desastre. Todo eso ya fue denunciado. A la espera.

Pero aún mas. Un mismo concejal socialista que se le convierte en protestón al alcalde porque no le soporta sus niñerías ni sus fechorías de dictador de poca monta y le quiere expulsar, le abre expediente, pero luego no lo echa, lo mantiene, le calla la boca y luego no se que mas. Otro escándalos mas. Vaya con el muchacho.

A ese río de desvergüenzas políticas en los escaños municipales la cuasi compra de un concejal de mi propio grupo, Antonio Navas Mesa, que renunció a su acta por decisión personal y al que trata de “convencer” en su despacho durante casi dos horas ofreciéndole el oro y el moro a cambio de apoyos, de lista, de puesto de trabajo, de privilegios... todo al mismo concejal al que robó la posibilidad y la ilusión de gobernar y ser un concejal honesto si no fuera por la traición del propio alcalde que no cumplió su palabra y su compromiso previo a las elecciones de pacto de gobernabilidad estable.

Pero siguiendo con la interminable lista; un concejal de hacienda que le vota en contra de su propio presupuesto y que le cuestiona un día y el otro también los asuntos económicos en los propios plenos municipales, donde cada día los enfrentamientos entre ambos rozan el escándalo. Mas escándalos cuando no dirige los plenos sino que los personaliza de una manera casi dictatorial sin dar prácticamente la palabra a sus concejales, de los que ha dicho en privado y alguna vez casi en público que “ninguno vale un duro”.

Total, la alegría de la huerta, que diría la prima mía. Todo eso para que un periodista de poca monta, que le debe favores gibraltareños y de grandes empresas, le diga que ha sido un buen gestor de vez en cuando. La Mentira, la gran mentira.

Afortunadamente queda poco para la renovación.

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