Otra vez mas la batalla. Los carteles se ven menos que en otras ocasiones, es verdad. Pero los medios de comunicación están teniendo un protagonismo excesivo en una campaña electoral que se nos presenta aburrida, pesada y hasta indeseada.
Ya sabíamos hace meses, poco después del 20 de Diciembre que se convocarían unas nuevas elecciones. Como sabemos y así lo ratifican las encuestas que pocos cambios tendremos en unas votaciones que cansan hasta el agotamiento. Salvo sorpresa que nadie cree.
No es fácil abrir cada día el informativo con los mítines y los discursos que ya casi nos sabemos de memoria y que poco aportan a una campaña que desembocará en la voluntad popular del 26 de Junio, mañana mismo.
Ahora nos toca el tiempo de espera. De espera en que pase lo que pase, no nos tengamos que ver de nuevo ante una tercera convocatoria de elecciones en menos de un año. Algo que sería desastroso por lo que nos jugamos sobre todo en materia de empleo y estabilidad laboral. Y en economía, claro.
Es tiempo de espera. Mas que tiempo de esperanza, es tiempo de espera. Lo veremos mejor después del 26 de Junio.
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