viernes, 3 de junio de 2016

La Iglesia Distante

Me crié y me educaron con el olor de las sotanas y la cera de los cirios de algunas parroquias cercanas a mi casa. Unido a la tradición y la fe de la familia siempre he creído en ese Dios que nos protege y nos ayuda y esa Madre que le siguió y que le sigue. Pero lo que en los últimos años estamos viviendo en los pasillos de la santa madre iglesia está haciendo derrumbar muchos muros y cimientos del templo de fe en el que creíamos.
 
      Las ultimas declaraciones de prelados de la curia en España sobre duras críticas a las políticas de género y a favor de la homofobia e incluso el racismo están cruzando la raya roja de lo razonable y de la ética que la misma iglesia católica, en mano de sus sacerdotes y ciervos, debe reflejar.
    
     Oía esta mañana que diversos colectivos plantean una posible denuncia contra algún arzobispo por presuntos delitos de odio al volcar en medios públicos y desde el púlpito afirmaciones que dejan mucho que desear para el 2016 en el que nos encontramos. No es de extrañar.
 
      Lejos de las cruzadas y las luchas del medievo, lejos de la implicación de la iglesia en golpes de estado, guerras civiles y apegos al poder de dictaduras pensábamos que se modernizarían y se pondrían mas en la línea de un papa Francisco que predica con un ejemplo diario que está muy cercano al pensamiento y al sentir de la calle. Lejos. Algunos, lamentablemente, están muy lejos de la realidad.
 
      Y lo peor de todo es que le están haciendo un daño terrible a esos evangelios que se escribieran hace 2000 años. Y lo peor de todo es que no piden perdón, no se disculpan y se creen en la razón mas fuerte de cara a los nuevos elementos y a la nueva sociedad.
 
     Una pena. Pasarán los años y la iglesia resistirá, como ha resistido estos 2000 años. Pero no serán santos esos que desde la misma iglesia ahora están atacando vilmente a la propia iglesia como si de un grupo terrorista se tratara.
 
      Ya lo dijo "El Niño"... "creo en ese Cristo que murió en el madero y creo en su santa Madre. Pero a usted,... a usted yo no le creo". He dicho, hoy viernes.

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