domingo, 19 de junio de 2011

Cuento chino

A cuento chino, esto me suena a cuento chino. Se buscan excusas, florituras, recursos y justificaciones muy difíciles de colar ya al respetable a estas alturas de la existencia.

Lo cierto y verdad es que le viejo chino del poblado conocía muy bien las piezas del juego del ajedrez y se vengó de otras partidas perdidas hace años en las que quería ser el caballo ganador de una batalla que perdió, como siempre le ocurría.

Perdía batallas, instigaba a propios y extraños y nunca tuvo ni escrúpulos para matar a los de su propia familia para hacerse con el divino tesoro que su propia dinastía no le entregaba. Sencillamente porque no valía, ni nunca valió.

Utilizó siempre mil artimañas, secretos sin escrúpulos y venganzas dentro y fuera de las paredes que le cobijaban hasta el final del final... su alma no estaba tranquila y sus ansias de venganzas eran tantas que ya no le importaba matar a sus amigos o pisotear al mejor de los preciados, siempre con el único afán de triunfar en un mundo que le despreciaba por activa y por pasiva.

El envenenado chino, aquel viejo fracasado y luchador maldito siempre en todas las guerras y batallas no tuvo escrúpulos en buscar sustento para sus vástagos en la misma corte real mientras que seguía pensando en machacar a sus adversarios ficticios. Lo suyo siempre era la maldad, no pensaba en otra cosa.

Al final, al final de sus días sufrió mucho por la maldad que le inspiró su vida y sus avatares. Cosas de la vida y de la muerte.

Pero de esto no se crean nada. Todo es un "cuento chino". Así de sencillo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Ledesma,creo que nunca es tarde ,para reflexionar, siga con los cuentos y probablemente encuentre mas personajes de ficción ..................

Anónimo dijo...

ASI ES, NUNCA ES TARDE PARA REFLEXIONAR, NUNCA ES TARDE PARA HACER LO CORRECTO EN LA VIDA, NUNCA ES TARDE PARA SER FELIZ Y HACER LO QUE REALMENTE SE DESEA, PIENSELO...

Cenicienta dijo...

De cuentos... me contaron de pequeña un montón. Por entonces yo creía en ogros, en hadas, en príncipes azules, en gnomos, brujas y sobre todo en caballeros.
Pero como bien dice usted Sr. Ledesma resultó, al final, que todo era un cuento, y en este caso, en su cuento, el sapo siguió siendo sapo y aquel beso no le convirtió en brillante caballero, claro está y sirva de reflexión, que decía mi abuela, que "De donde no hay no se puede sacar", y ella sí que sabía de cuentos.

Anónimo dijo...

Estimado Sr. J. Anotnio, has hecho una muy buena reflexión, pero siga indangando como dice el primer comentario y descubriras mas peronajes que además son tan malos como este del "cuento chino",incluidos algunos cortesanos que no tienen nada que envidiar a sus jefes ,y mientras el pueblo sigue en su dolor queriendo recuperar su verdadera indentidad y luchar por lo verdaderamente suyo,,,,,es decir su ideal de verdad que se lo han robado por una serie de intereses materiales, por eso cuando se está en el trono,por 4 u 8 años ,no es bueno rodearse de consejeros de la corte ,por cualquiera ,ya que sólo hacen reinar para los que les apoyaron en sus objetivos, y el resto no cuenta, por eso para ser un buen rey se necesitan muchas cualidades ,que no se aprenden en los libros de textos, sino que hay que mamar desde la cuna.

Anónimo dijo...

Qué bien has definido a Lolenzo Pelez.