A pocas horas de la entrada del nuevo año, nos disponemos a ultimar los preparativos para disfrutar de las horas finales del 2011 y la entrada del 2012, junto a nuestra familia o amigos. Es el clásico de la vida, el inicio y el final, el principio y el todo. Empieza y acaba. Como el ser humano que siempre quiere dejar atrás todo lo malo que ha vivido en los últimos 365 días y que se agarra, esforzado, a las ilusiones y los deseos del nuevo año que empieza. Una nueva etapa, un nuevo taco del almanaque zaragozano.
Y será verdad que el 2011 ha sido un año duro e intenso. Un año de alegrías, de vida nueva, de esperanzas, de proyectos y de ilusiones, pero también un año de traidores, de engaños, de juego sucio, de números altos en el paro, de cambio de gobiernos, de desesperanza para muchos que lo pasan mal, de descalabros, de mentiras, de amigos que no lo eran, de otros que lo han sido ahora mas que nunca y de una oración por los que se fueron en estos meses.
El nuevo año nos traerá lo que nos tenga que traer y en eso no sabemos nunca los humanos lo que nos espera, es imposible porque todo está ya escrito. Solo el que está "allí" sabe lo que nos tiene preparado y lo que dispondrá de nosotros para los próximos doce meses que se inician ya, en un instante.
Mientras, los que aquí estamos, viviremos las nuevas semanas con el empeño de no ser malos, de no molestar mas de la cuenta y de compartir nuestros sueños con quienes quieran. Por todos, especialmente por la güena gente de nuestro entorno; Feliz Año Nuevo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario