miércoles, 4 de abril de 2012

Allá donde esté


Despacio, lento, sereno.... pero el varal estará ocupado un año mas y ya van tantos que se olvidan, como se olvidan las hojas del calendario mas hermoso de la Semana Mayor sanroqueña. Aquí de nuevo este Miércoles de pasión en la que el Hermano Mayor nos llama al orden de salida de esta Cofradía de los Jóvenes, como se llamaría antaño, y que sale por el pórtico de la Capilla de la Visitación, camino de la Coronada...

Y los años pasan, Madre. Como pasa la vida, pasan lo bueno y lo malo y pasa el ser humano, torpe y pecador que solo es capaz de salvarse mirando el inmenso color de tu divina cara de Madre de todos los sanroqueños...

Como pasan los años, madre. Y uno ya no sabe si por eso de la salud que a veces nos falla te podrá acompañar muchos años mas... debajo de un varal, debajo de tu hermoso manto que cubre las penas y la gloria de cualquier arrodillado ante lo infinito de tu rostro...

Pero allí donde esté, allí donde ande, donde camine o donde respire, aunque sea con lentitud, este humilde costalero que te conoció siendo un chaval; este entregado de sus pasiones y de nuestras cosas te seguirá llevando. Hasta el último suspiro de vida, hasta la última bocanada de aire en la que te llamaré para que me acompañes... Madre.

Y me acordaré de cuantas veces he llorando en el silencio de la noche de cualquier Miércoles Santo sanroqueño, de la cara de mi madre mirando desde cualquier acera, de aquellos aromas de azahar eterno que te han acompañad siempre en tu recorrido, de cuando la Señora miraba al infinito de este pueblo mientras este pueblo miraba su belleza eterna que tanto nos ha enamorado siempre.

Y te llevaré, allá donde esté, Madre. Tu esperándome. Y yo esperando tenerte un día de estos en tus brazos... Madre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta, es precioso Papá(L)