Este viernes, de nuevo el 12 de Octubre, día de la Patrona, como me crié y me eduqué desde niño. Un enorme olor a bolas de alcanfor me daban paso a que se abrieran los primeros días del mes de octubre y con ellos la llegada del Día de la Guardia Civil. Esos hombres que, sin saber de política ni de dictadores ni incluso de mandos solo buscaban mantener a su familia con un sueldo menos que mas digno y que hiciera que no faltara la comida y la cena en la mesa de las casas honestas de aquellos tiempos.
Hoy, este 2012 tengo una sensación extraña. Es el primer año de la Patrona sin mi padre que se fue hace 8 meses para disfrutar junto a la civila sus años mas hermosos. Cada año, cuando llega estas fechas le he tenido un cierto respeto y un cierto cariño por aquello de lo que este día ha significado en mi infancia y adolescencia y lo que de fiesta suponía en el viejo y patio grande del cuartel de la guardia civil de La Línea, donde tantos años viví junto a mis padres.
Hoy recuerdo aquel patio, mis amigos de la infancia, mi descubrimiento de la vida, mis sueños y mis ilusiones, muchas de ellas sin cumplir.
Y hoy vuelvo a ver a Robles y a tantos y tantos guardias en la puerta de aquel cuartel de la Avenida Banqueta. Y veo los coches de la época, la casa del doctor Villar y a mi padre que venía de acabar el turno. Mañana es fiesta, es el día de ellos. También de mi hermano Carlos, que siguió la saga. Un beso, yo lo celebraré con vosotros.
(La foto es de la Familia Robles a las puertas del cuartel linense, en los años de mi infancia, sacada de Facebook.Gracias por prestarla).
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