No anda pasando de los mejores días de su vida por el tema de la salud que, de vez en cuando, a todos nos atormenta. Pero este linense de pro, que no nacido en la tierra por eso de las casualidades, le andan pidiendo el nombramiento de Hijo Adoptivo de La Línea de la Concepcion por estos días.
De la mano del inagotable y admirado Miguelete, de amigos y conocidos que le quieren, se pide estampar la firma personal de cada uno para que el Ayuntamiento de su ciudad le proclame con una distinción que no merece porque Nacho Falgueras Cano es de La Línea de siempre. Igualito que los nacidos en La Atunara, La Colonia o la Calle Real.
Junto a él he trabajado en numerosas ocasiones por una u otra circunstancias. Sus bellezas y esculturas están por nuestras calles, plazas y ciudades de la provincia y de fuera de Andalucía. Imágenes en Castellar, San Roque, La Línea o Algeciras, por ejemplo, tienen marcada la silueta de uno de los mejores escultores españoles de los últimos tiempos.
Y ahora, parece que existen dudas sobre si este linense, nacido por casualidad cuatro o cinco meses antes fuera de la localidad, merece un reconocimiento del pueblo o no. Cosas de la vida que uno no comprende y que de vez en cuando te hacen rechazar a quienes nos representan en los Ayuntamientos.
Yo ya he firmado aunque no lo haga físicamente hasta dentro de unos días que me sea posible. Yo ya estampé mi firma de apoyo. Y hoy la vuelto a ratificar.
Porque el hijo del Juez Falgueras, aquel que durante años impartió la ley y justicia en la ciudad es tan linense como la dulce cara de Bely Moya, las Tres Gracias de Cruz Herrera, el Trabajador español de Gibraltar o la Escultura a los Submarinistas. Nacho es linense, de antes y de ahora. Y creo que de siempre, aunque un diploma y una medalla no le viene mal a este buen hombre de la ciudad que tantas horas quemó de su vida en su mayor pasión: modelar la vida.
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