Algunas veces pienso lo graciosa que ha sido la vida conmigo en estos más de 50 años que llevo sobre mis espaldas y que espero incrementar algo mas, si el bicho este que nos está azotando me deja y no me toca. Veremos como será.
Y digo esto porque hoy quiero tener un recuerdo para cuatro cuestiones que en mi vida me han marcado de una manera especial y que ha sido por aquello de "... las vueltas que da la vida". Y aunque me parezca yo con ello a mi colega y periodista José Antonio Casaus Balao que desde hace años lleva a cabo una maravillosa tarea de recuerdos y de capítulos que ha vivido y que cuesta de un modo espléndido en las redes sociales, la verdad es que nada mas lejos de mi intención.
La primera de ellas. Casualidades de la vida, con casi 18 años. Yo trabajaba en el Hotel Atlanterra de Zahara de los Atunes. Mis padres fueron destinado por su trabajo allá y a esa maravilloso lugar nos fuimos toda la familia. En la Casa-cuartel de la Guardia Civil a la que llamábamos "La Casa de la Pradera" y muy cerca del célebre Restaurante Antonio. Allí compartíamos dependencias con otras familias. Yo en el hotel Atlanterra trabajada de Cajero-Mantenedor que en mas de una ocasión compartía con tareas en varios departamentos del hotel, incluyendo la recepción.
Por aquel entonces llegaron a la empresa las elecciones sindicales de la primera mitad de los 80 en el puesto de trabajo y había que elegir a gente de varios departamentos para representar a los compañeros. Me invitaron a ir en las listas de la UGT y no me atrevía. Entre otras cosas porque con mi juventud y mi rabiosa rebeldía yo lo que quería era disfrutar de la vida mas que de las obligaciones. Pero he aquí que al final me convencieron y fui en la lista de UGT como independiente en un puesto en el que estábamos absolutamente seguros que yo no saldría de ninguna de las formas. Así contenté a los proponentes y a mi departamento que precisaba que fuera gente en las listas. 9 eran los miembros del Comité que se elegían. Yo, como estaba previsto, no salí elegido en las votaciones originales. Afortunadamente.
Pero duró poco mi alegría para satisfacción del recordado Chipi Cobos. La dimisión y marcha del trabajo de algunos compañero de la UGT hizo que la "lista corriera" y al final me tocó de rebote estar en aquel Comité que, en principio, no tenía ni ofrecía dificultades. Hasta poco después.
Las buenas memorias sindicales y periodísticas de la zona del Campo de Gibraltar y de Cádiz recuerdan como en 1985 la empresa quebró. Eran los tiempos de Atlanterra Holding y Fianca Planing, SA-FIPESA. Los "alemanes" dejaron el proyecto de aquel maravilloso hotel a medias, los gobiernos de la Junta de Andalucía (que llevaba poco tiempo creada) y del país reclamando actuaciones en base a subvenciones que habían sido otorgadas, los obreros sin cobrar (nueve meses estuvimos la mayoría sin cobrar nuestro salario), quemas de neumáticos, movilizaciones muy tensas , Mariano Baquedano de gobernador civil en la provincia y mil cosas mas que nos hicieron vivir un infierno que acabó como el rosario de la aurora, tristemente.
Yo acabé esa etapa con mas gloria que pena, es verdad. Regresé a mi pueblo natal -aunque siempre he estado vinculado bastante a Zahara de los Atunes, donde guardo en celo muy buenos amigos- y la vida continuó. Chipi Cobos, el hijo de don Manuel Cobos el célebre médico tarifeno y hermano de Chema Cobos, pintor internacional, falleció tristemente en un accidente de tráfico cuando regresaba de una asamblea de UGT en Sevilla, siendo delegado comarcal del sindicato (En Algeciras tiene una calle con su nombre que le puso el Ayuntamiento socialista de Ernesto Delgado) y muchos de los compañeros del célebre "Hotel Atlanterra" siguen en sus dependencias. Les guardo grato recuerdo.
Yo llegué a ser sindicalista muy activo sin proponérmelo y sin quererlo. Cosas del destino. Pero no sería la única vez. Llegaría otra mas, también de rebote.
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