Sé de la importancia que tiene la industria en el sostén laboral y económico del Campo de Gibraltar. Se de lo que supone en el tema de creación de puestos de trabajo, el impulso del mantenimiento de la economía familiar y social de nuestra comarca. Pero yo hoy no estaré en la manifestación convocada por la UGT para apoyar la industria y especialmente la creación del llamado "Fondo de Barril" en las inmediaciones de Carteia y las barriadas del arco de la bahía de mi pueblo, San Roque.
Cuando llegan estas circunstancias y en medio de la confrontación moral que para mi supone este asunto, donde se de lo positivo y bueno que tiene y de lo malo que conlleva y nos deja, siempre me acuerdo de mi tío Manolo, al que ya despedimos hace unos años.
Tío Manolo me contaba desde que yo era un chiquillo como fue aquel día en el que el mismo acudió a una "asamblea vecinal" en el cine de la Alameda de San Roque y a principios de la década de los 60 del siglo pasado, donde le prometieron todos los puestos de trabajo del mundo, la generación de nuevos sectores laborales para los vecinos desempleados del pueblo y no se cuantas cosas mas. Mi tío, apenas trabajó un año en esa empresa. Luego vinieron los "peritos" al complejo petroquímico para quedarse para siempre (también tienen derecho, desde luego) y ya de mi tío nunca nadie se acordó jamás de el.
Quiero que mi tierra mejora en calidad de vida y sobre todo, que dejemos una mejor tierra a nuestras venideras generaciones. Y no me termino de acostumbrar al asunto industrial como un elemento favorable en ese viento del progreso. Y creo que los representantes de la UGT así también lo deberían ver.
(Fotografia de EuropaPress)
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