Un nuevo 1 de Diciembre para recordar, cercanos a la Navidad, que habrá muchos que no estén a nuestro lado por eso del VIH que sesgó vidas jóvenes porque sí.
Como ya en algunas ocasiones dije, también a mi se me fueron amigos y amigas en estos años desde que hace mas de 30 saliera a la palestra una lacra que se vinculaba a las drogas y al sexo sin protección.
Este 1 de Diciembre, el lazo rojo se pega en la solapa de muchos, en las paredes, en carteles y en edificios públicos. Y en muchos corazones.
Otra vez y otra mas y muchas mas que uno espera que sean menos hasta que aparezca esa esperada vacuna y esos tratamientos que den paso a la historia de una terrible enfermedad que dejó atrás una estela temible.
Por ellos y por nosotros, otra vez solidarios.
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