sábado, 4 de octubre de 2008

La Colonia

La cubrieron de humos, chimeneas y factorías gigantes que le hicieron la vida imposible. Cumplió con su sueño dorado de ser el eden de aquellos pescadores de tantas sagas familiares que la ocuparon desde sus orígenes; mientras que el progreso se llevó de su asentamiento la vida y muerte de tantos tantos que la ocuparon en esos años.

Se fueron muy cerca, pero en aquel inmenso solar, en la misma playa y muy cerca de aquellas Caracolas donde tan buen pescado se comía, solo queda un espacio para pensar un día, qué se debe regresar al pasado histórico, el uso público y verde junto al mar.
Se ha presentado este viernes día 26 el libro “La Colonia de Puente Mayorga”, del cronista oficial Antonio Pérez Girón y que el Ayuntamiento de San Roque ha editado con una bella galería de “las últimas fotografías de La Colonia”. Muy bien.

Angela Aguilera, Presidenta de la asociación de vecinos ya escribía, por octubre de 2003 eso tan bonito de “...a pesar de ello iniciaremos una nueva vida, pero resueltos a no abandonar nuestra memoria. Una memoria que no sepulte aquellas callejuelas blancas de arena y cal; la algarabía de los chiquillos en el Huerto “Vichi”, las tardes de juegos sin escuela en el prado del Señor Morales, el dadivodoso árbol níspero de Pepa Susana que rezumaba almíbar, el pozo donde vivía la tortuga centenaria, el primer rubor adolescente. Nuestro mar. Nuestro vetusto y eterno mar que siempre y por siempre nos llamará, que reclamará a sus hijos; escondidos en las caracolas”. Un diez.
La Colonia, sigue viva en nuestro corazón.

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