lunes, 20 de octubre de 2008

La triste Bahía

Recogíamos caracolas en su orilla muy temprano y todos los días del largísimo verano, ayudábamos a “El Camila” o “El Peluso” a sacar el Copo tempranero que venía cargadito de pescados que vendían al por menor en las mismas cajas de madera que se guardaban en la Playa y paseábamos a la Virgen de los marineros cada 16 de Julio.

Eso que tan cercanos algunos hemos vivido en nuestra Bahía del Campo de Gibraltar se hace casi leyenda porque los ataques no paran. Al accidente del New Flame le sumamos los recientes del Sierra Nava, Tawe, Fedra, Samothraki y no se cuantos mas. Todo eso sin contar con aquellos del Petroge One que explotaron en el pantalán hace 25 años. Petroleo, mareas negras y aguas turbias en una dulce bahía que sirvió para que Simón Susarte la viera boquiabierto desde la loma de San Roque cuando lloraba a Gibaltar, junto al General Varela.

Es, por ahora, la triste bahía de nuestra comarca. La misma en la que nos bañamos todos los veranos, la misma en la que tenemos los mejores restaurantes de Andalucía, la misma en la que se desmantelan industrias y se invierten grandes cantidades de dinero en medidas anti-contaminantes, la misma. Es, la misma bahía.

Gibraltar dice, España dice, la Junta de Andalucía dice y todos dicen. Pero los hechos siguen ocurriendo una y otra vez mas. Y nosotros, con las manos cruzadas sin poder hacer mas que indignarnos cada vez que el chapapote llega a nuestras playas. Malditos una y mil veces.
No se cuando llegará el límite. Ojalá no sea demasiado tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es triste ver como estas cosas estan dejando de ser noticia, nos estamos acostumbrando a ello. La bahia cada dia mas negra, y por pura logica y ley de la probabilidad, algo realmente grave esta al llegar. Sabemos que hay un nivel de navegacion maritimima enorme, pues la cercania de la industria petroquimica, Gibraltar y uno de los mayores puertos de Europa, asi lo requieren; pero del mismo modo que nos exijen medidas de seguridad cada vez que montamos en coche, motocicleta o avion, se le debe exijir lo mismo a estos barcos. Si no somos contundentes requiriendo soluciones y control, pronto el mal sera aun mas grande, y otro prestige tendremos, pero esta vez en la puerta de nuestra casa.