Cuando solo tenía doce o trece años empecé a leer la prensa escrita porque ya tenía en las venas eso del periodismo. Recuerdo los principios, escuchando en un pequeño transistor a Radio Algeciras de la SER con aquellas voces eternas y leía cada día el AREA que compraba con las pesetas que me daban en casa en la librería de “La Madrileña” como llamábamos a la familia que regentaba el negocio familiar en lo que hoy es el Bar “Los Clavelitos” de Puente Mayorga (San Roque).El olor a tinta recién impresa, las manos manchadas después del primer ojeo del periódico -el único de la comarca porque solo existía ese y el gigante de la sábana del “Diario de Cádiz” que nunca hablaba de nuestra zona-. Todos esos recuerdos se mezclan con los tejeringos que hacía el bueno de Antonio “El Churrero”, la misa de domingo y los largos fines de semana del verano en la casa familiar.
Los tiempos van a una velocidad de vértigo. Desde aquellos inicios con el mundo del periodismo han pasado ya mas de 30 años y diversos medios de comunicación, además de tener un carnet que me da derecho a ejercer el periodismo y que está numerado con el “2” de los mas de 100 compañeros que conformamos la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, perteneciente a la Federación de la Prensa de España.
Y ahora una excedencia por cargo público desde hace 10 años que comparto con algunas colaboraciones esporádicas y algún libro publicado en el camino.
Tan rápido han corrido los años que ya no me mancho las manos de tinta -aunque sigan manchando a primeras horas de la mañana- porque ya prácticamente no los leo. Ahora nos toca ver internet, conectarnos a los “favoritos” y leer lo que la prensa quiera decirnos cada día, además de lo que pase como noticia.
No solo lo acepto, sino que me agrada y, desde luego, nos ahorramos un buen dinero a fin de mes que no viene nada mal para los tiempos de crisis que vivimos.
Solo queda una cuestión y la verdad no es que me preocupe mucho, pero me pregunto; ¿podrán soportar las empresas editoras y las grandes editoriales este ritmo sin tanta publicidad como lo soportan en el papel prensa?... No se.
5 comentarios:
Hablando de periodistas....
Esta mañana un par de periodistas (mujeres) en Canal Sur Televisión entrevistaron a Diego Valderas Sosa, actual Presidente del Parlamento Andaluz. Durante la entrevista este buen señor en un gesto de aportar intelectualidad al discurso dice: "como decia aquella vieja frase de Santa Teresa: "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas"..."
Evidentemente para Don Diego Valderas Sosa encontrar las diez diferencias entre Santa Teresa y Rabindranath Tagore es algo innecesario...¿que más da?, a el no le ha hecho falta leer a ninguno de ellos y miralo....Presidente. Casi ná.
Pero eso, al fin y al cabo, es esperable....lo inesperable vino de mano de las dos periodistas. Ninguna mostró la menor incomodidad y mucho menos el menor deseo de corregir tal barbaridad. Tanto da que fuera por desconocimiento o por miedo a molestar a tan poderoso señor, la clase periodistica quedó a la altura del betún con la actitud de tales señoras.
O lerdas o masajeadoras de los poderosos...ellas solitas se adjudicaron cualesquiera de esos dos calificativos.
Cagonlaleche....olvidé las comillas en "masajeadoras".
Ustedes, vosotros, disculpen.
Petronio... la ignorancia, la incultura no tiene género, ni edad.
"Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad".
Oscar Wilde
La ignorancia no es reprochable per se. Ni lo sabemos todo ni estamos en condiciónes de saberlo...
Lo verdaderamente resaltable de esa situación es la absoluta soberbia con la que se esgrime esa ignorancia, consecuencia de la impunidad que, para algunos, les supone el considerarse en el apice de la pirámide social. Y no sólo por parte del político, claro....
¿O crees que han llegado a leer The Importance of Being Ernest o The Canterville Ghost?
O dicho de otra forma...los que encarcelaron a Wilde siguen estando en el poder y sus aledaños.
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